Este verano, luego de 18 temporadas seguidas en las que Wally López pincha y forma parte de la vida ibicenca, el DJ fue condecorado por Fomento de Turismo como embajador de la isla, un premio que, tal como él dice, “le hace mucha ilusión”. Ibiza Sun Apartments, lugar de descanso elegido previo a tal reconocimiento, tuvo el placer de recibir su visita… Cruzó la puerta del hotel y ahí estaba él, con una sonrisa generosa y vistiendo sus inconfundibles gafas que, aunque hoy en día sean una moda y las lleven muchos, siguen haciéndolo único. Tímidamente pregunté “¿podría hacerte una entrevista?”, y sin más vueltas soltó “¡pues claro!”...
Este DJ, conductor radial, productor y empresario español es mucho más que todo eso. Es también, y sobre todas las cosas, un curioso incurable. A muy temprana edad, más precisamente, a los trece años, movido por esa curiosidad de “ver algo y querer saber cómo se hace”, comenzó a transitar el camino de la música. Wally, entre risas, cuenta: “me gustaba la música por mis días…y un día robé unos vinilos y me presenté en una radio muy mala de Madrid que estaba dentro de una iglesia”. Un año después, tuvo su lugar en “la mejor radio de la zona sur de Madrid que estaba adentro de un supermercado” (más risas) … De ahí en más, no sólo fue imparable su carrera radial, sino también su afición por llevar la música a lugares inimaginables: si de la iglesia pasó a un supermercado, más adelante terminaría musicalizando, por dos veranos seguidos, en ¡un avión!, siendo parte del famoso evento “I’m vueling to Ibiza”.
Y así como él llevó la música a lugares extraños, la música lo llevó a él a recorrer el mundo, a sitios que, siendo un chaval de orígenes humildes, nunca hubiera pensado descubrir. Como DJ y como eterno curioso, lo que Wally más disfruta de su trabajo es la posibilidad de viajar, de conocer y de seguir viajando. Tal como él dice, “lo más bonito que me ha dado la vida es, primero mi hijo, después, viajar”.
Ibiza, meca de la música electrónica durante la temporada estival, es uno de los destinos que llegó a la vida de este DJ a través de la música. Y llegó para no irse jamás, al punto que Wally habla de la isla blanca como “el sitio donde me quiero jubilar, donde quiero acabar mi vida”. Aunque pueda sorprender, más allá de la vida nocturna y de las discotecas, Wally reconoce que lo que más disfruta es la cara relajada de la isla, “la parte familiar, de tranquilidad, la gente local, la comida, las playas… es que vivir aquí es muy guay”. Visitar Cala Saladeta, comer un bullit de peix en verano o un arroz de matanza en invierno son de las cosas que más le gusta hacer en Ibiza. Pero nada se compara con esconderse y desaparecer en Formentera, pues “sólo navegar un ratito hasta Formentera, ya es un viaje”, y es que su espíritu curioso goza hasta de los pequeños viajes.
Y, para terminar, un dato curioso de este ser curioso y su relación con Ibiza: cuenta que sus gafas “vienen de mi curiosidad y de Ibiza”. Pues, por un lado, hace tiempo atrás su amigo el DJ Erick Morillo le sugería que debía tener algo distintivo para que su público ibicenco pudiera reconocerlo temporada tras temporada; y, por el otro lado, Oakley, en su momento, le propuso co-diseñar unas camisetas. Movido por su mente inquieta, rechazó lo de las camisetas y, en cambio, se le ocurrió la idea de unas “gafas que no quisiera ponerse nunca nadie” y que, a su vez, cumplieran la función signo distintivo… El resto, es historia.
